Hablando un día con unos amigos nos descubrieron la ciudad costera de Brighton. Nos contaron que tenía un parque de atracciones en su embarcadero y muchas tiendas de segunda mano (afición de Carlos), así que ni cortos ni perezosos buscamos un vuelo barato para visitarla.

[10/05/2019]
Como llegar a Brighton
A las 19:50 horas tomamos el vuelo de Palma a Londres Gatwick, el aeropuerto más cercano a la ciudad de Brighton. Desde el aeropuerto tomamos un tren de southern railway que nos dejó, en unos 40 minutos, en la estación central de Brighton.
Llegamos pasadas las 22:00 horas a Brighton, desde allí nos quedaba un paseo de unos 30 minutos caminando hasta el apartamento de Airbnb que habíamos alquilado. a diferencia del vuelo, que fue barato (unos 40€), el alojamiento en la ciudad era bastante caro, así que optamos por alquilar una habitación privada en piso compartido. No fue un sitio demasiado acertado, ya que se trataba de un piso de estudiantes bastante descuidado y sucio, pero para dos noche que teníamos que ir solo a dormir, hizo su función perfectamente.
En un primer momento me preocupó el hecho de tener que pasear por la ciudad, sin conocerla, a esas horas de la noche, pero la verdad es que es un sitio muy tranquilo en el que no sentimos inseguridad en ningún momento.
[11/05/2019]
Descubriendo que ver en Brighton
Tenía cuatro notas sobre la ciudad y sus sitios de interés, pero sin planificar ni orden concreto, así dejamos que la propia ciudad se fuera mostrando.
Brighton es una de las ciudades de veraneo de los londinenses, así que es un sitio ideal para pasear, relajarse y disfrutar de su ambiente desenfadado.
Como no podía ser de otra manera, comenzamos con un buen desayuno inglés en Little Miss Piggies, una pequeña cafetería muy coqueta y con mucho encanto, y además con un muy buen precio.

De ahí bajamos a la playa y dimos un agradable paseo al lado del mar hasta la Marina, el puerto deportivo, donde ese día estaba muy animado, ya que tenía lugar una carrera solidaria.
Volvimos al centro de la ciudad por la parte interior, disfrutando de los edificios residenciales y su arquitectura típica inglesa.
Visitamos The Lanes, una zona de callejuelas antiguas y estrechas, donde sientes que regreses al pasado y puedes ver como era la ciudad entonces. Aunque hoy en día la zona está repleta de tiendas de lujo.

La tarde la dedicamos a North Laines, la zona comercial, pero no la típica calle de tiendas franquicias que hay en cualquier ciudad, sino que está llena de tiendas de segunda mano, ropa vintage, discos y una gran variedad de productos únicos, además de pastelerías ecológicas con una pinta impresionante.

Entre todas destaca Snoopers Paradise, la mayor tienda vintage de la zona, realmente puedes encontrar cualquier cosa. Nosotros, que somos grandes fanes de Doctor Who, encontramos toda una sección dedicada a esta gran serie.

Tras la tarde de compras nos dirigimos al embarcadero, sitio estrella de la ciudad. A través de una larga pasarela, llena de bancos para descansar y pequeñas tiendas de alimentación, llegamos a la zona de recreativos. Carlos disfruto mucho en esta zona, recordando los arcades antiguos, incluso echamos un partidita a The House of the Dead 4.

Y una vez pasada la zona de arcade llegas al parque de atracciones propiamente dicho, bueno, miniparque en realidad. No es gran cosa, hay cuatro atracciones, más pensadas para niños que otra cosa, pero igualmente le da a la ciudad una estampa muy bonita e icónica.
Cenamos un fish and chips, como no podía ser de otra manera en Inglaterra y al lado del mar, y nos fuimos a descansar.
[12/05/2020]
Visitando una antigua residencia real
Palacio que veo palacio que visito, así que… Al ver que en Brighton se encontraba el Royal Pavilion, una antigua residencia real, no dudé en visitarlo. Las entradas se compran online para un determinado día y son válidas todo el día. Me surgió la duda de si nos dejarían entrar con las mochilas, ya que íbamos con ellas por ser nuestro último día en la ciudad y el palacio no dispone de taquillas, sin embargo pudimos entrar sin ningún tipo de problemas.
Una vez ya en el Royal Pavilion, como en cualquier palacio, visitamos las habitaciones, la cocina, la sala de banquetes, la de recepción y el resto de salas disponibles en este tipo de palacios. Es más bien pequeñito y destaca más por fuera que por dentro.

Su exterior llama mucho la atención por su estilo oriental y sus cúpulas de estilo musulmán, que se puede apreciar desde sus jardines de acceso gratuito. El interior, aún siguiendo esta estética, es menos llamativo y personalmente, si no eres un amante de los palacios como yo, es una visita que puedes prescindir. Aunque por supuesto, si como yo, te encanta todo lo relacionado con palacios y castillos y te gusta saber más sobre su estilo de vida, es una visita muy interesante.

Como buen domingo, al salir del palacio nos dirigimos a comer un buen sunday roast (o asado de los domingos) aunque muchas familias inglesas imagino que ya han perdido esta costumbre, como buenos turistas no queríamos irnos sin probar este manjar.
El sitio elegido fue The Marine Tavern, un sitio que de verdad os recomiendo, la comida buena y a buen precio, además el ambiente es muy acogedor y el personal muy amable.

Y no nos podíamos ir de Brighton sin visitar Kissing coppers, una de las obras famosas de Bansky, en la que dos policías se besan. Nos costó un poco encontrarla, ya que está en la fachada de un bar y pasa algo desapercibida, pero al final pudimos hacernos la foto con este pedacito de arte urbano.

Las última horas que nos quedaban de la tarde las dedicamos a visitar las casetas de colores de la playa de Brighton. Pensábamos que el día anterior las encontraríamos de camino, pero no fue así, por lo que nos dispusimos a buscarlas.
Para ubicaros si las queréis visitar, si os situáis mirando hacia el embarcadero con las atracciones, hacia la izquierda se encuentra el Marina (puerto deportivo) y hacia la derecha las casetas. Las casetas de colores típicas se encuentran al final de la playa, una vez pasado el mirador de british airways (al cual no subimos pero desde el que seguro se tienen muy buenas vistas) y los restos del embarcadero abandonado tras el incendio que lo destruyó.
La verdad es que me hizo mucha gracia ver que se trata del mismo tipo de casetas que podemos encontrar en Brighton Beach, en Australia, ya sabemos de donde le viene el nombre jeje.

Últimas fotos, últimos paseos y vuelta a la estación central para tomar nuestro vuelo de vuelta.
En resumen, Brighton es una ciudad muy dinámica y con mucho ambiente para visitar en un fin de semana de relax.