Aunque ya habíamos estado en Tokyo en dos ocasiones, no habíamos visitado la zona de Ikebukuro, así que después de un día tranquilo de compras y luces esperando nuestras maletas, tocaba descubrir esta gran zona comercial.

[30/12/2016]
Goku, Luffy, Naruto y muchos más en el parque J-World
Aunque pretendíamos pasear por toda la zona comercial de Ikebukuro, principalmente íbamos para visitar el J-World, para los que no lo conozcáis es una especie de parque temático ubicado dentro del centro comercial Sunshine City. Para llegar a Ikebukuro podéis tomar tanto la JR como el metro hasta la estación del mismo nombre. No tiene pérdida, en cuanto salís del metro o tren tomáis hacia la calle más concurrida (donde también veréis carteles indicadores hacia Sunshine City), al llegar al edificio entrareis al enorme centro comercial (Sunshine City es tan grande que os podéis perder jajaja), donde podréis encontrar el J-World Tokyo en el 3er piso, cuando os vayáis acercando lo veréis anunciado.


Os recomiendo pasear tranquilamente por el edificio, no solo por las tiendas sino para disfrutar del ambiente, vayas el día que vayas a la hora que sea siempre hay gente e incluso tienen un escenario en el centro donde realizan espectáculos gratuitos de forma regular, nosotros nos encontramos lo que parecía un concurso de grupos musicales tipo idols.
Justo en el piso de abajo del J-World se encuentra el Pokémon Center, una tienda especializada en la saga a la que no nos pudimos resistir a entrar. Tienen merchandising de todo tipo, pokémons de todos los estilos y tamaños, pikachus vestidos para cualquier ocasión y cualquier país, aunque sea por curiosidad vale la pena entrar. Además en la puerta de la tienda hay una figura enorme de Charizard con un Pikachu, con la que todos los turistas nos fotografiamos jeje.

Y llegó la hora de entrar al parque J-World Tokyo. Su horario es de 10:00 a 22:00 y hay varios tipos de entradas: se pueden pagar por separado sólo las atracciones que os interesen o pagar una entrada con uso ilimitado de las atracciones, simplemente con que queráis subir una vez a cada una ya sale a cuenta el de uso ilimitado, y bueno, por una vez que íbamos pensamos que era lo mejor. También hay otra entrada “nocturna”, algo más barata, a partir de las 17:00, la verdad es que una vez visitado recomiendo esta opción, ya que creo que puede dar tiempo a verlo todo y así os ahorráis unos yenes 😉
Como he comentado, nosotros compramos la de uso ilimitado y llegamos bastante pronto, así que había poca gente y los empleados, tan serviciales como siempre, nos intentaban hacer caso (digo intentar porque con nuestro nulo japonés solo entendíamos los gestos) y nos invitaban a probar las atracciones. Así que sin pensar nos subimos en la primera, una especie de coches de choque en la que formas dos equipos y vas sumando puntos chocando contra las imágenes de tu color, lo cual me costó un poco entender y el pobre niñito que perdió por mi culpa debió maldecir el momento en el que le tocaron los gaijines en su equipo XD pero la verdad es que fue muy divertido ^_^

Continuamos visitando todo el parque, el cual está principalmente divido en tres zonas: Dragon Ball, One Piece y Naruto (también hay representación de alguna otra serie menor), aunque sinceramente nosotros básicamente conocemos la primera, de los otros dos anime simplemente sabemos 4 cosas básicas, aún así he de decir que igualmente es muy divertido.
Todas las zonas están perfectamente ambientadas, podremos entrar en el barco de One Piece, sentarnos en una Cápsula de Ataque (como en la que Vegeta llegó a la Tierra) o subirnos a la nube Kinton, por poner unos ejemplos.


A nosotros nos gustó especialmente poder practicar el Kamehameha, donde primeramente un empleado te enseña las posiciones básicas y luego bajas a una sala con gafas 3D y puedes practicar con el mísmismo Goku, ¡No os lo perdáis! Y no os preocupéis, sin saber japonés lo entiendes perfectamente.
También es muy divertida la búsqueda de las bolas del dragón, te dan un radar y entras en un pasillo donde tienes que ir pasando minipruebas para ir consiguiendo las bolas en un tiempo limitado, al acabar, si las tienes todas, puedes bajar unas escaleras para invocar a Sheuron que aparece en una pantalla y habla contigo, es muy divertido ^_^
Además, un secreto, nosotros no conseguimos todas las bolas, por un lado porque a veces había cola para hacer alguna prueba y por otro por fallos nuestros en la interpretación (aunque teníamos la opción en inglés) y porque somos un poco torpes que le vamos a hacer jajaja, pero aún así bajamos y pudimos ver al dragón igual :p, así que no os lo perdáis ;). Aunque también recordad que, si habéis comprado la entrada de viajes ilimitados, lo podéis volver a intentar todas las veces que queráis, pero como había cola a nosotros nos dio pereza volver a esperar.
Para los fans de One Piece hay una atracción similar en la que con la ayuda de Chopper debemos pasar determinadas minipruebas para salvar a Luffy, la verdad es que no la probamos y creemos que hay partes sólo en japonés, pero si sois fans del anime animaros y nos lo contáis 😉
Una vez llegada la hora de comer fuimos al restaurante temático de J-World, del cual ya os hablamos, en el que podréis encontrar comida temática de los tres animes principales. Nosotros comimos una hamburguesa Bola de Dragón y una nube Kinton, además probamos el melon soda que nos encantó ^_^ La comida no solo era muy chula y vistosa sino que también estaba muy buena y además por allí se paseaba Freezer, que desafió con la mirada a Pere para después darle un amistoso saludo jeje.

En resumen, recomiendo una visita a J-World y no penséis que es algo sólo para niños, que es una cosa que se nos pasó por la cabeza antes de visitarlo, porque en Japón casi nada lo es :p y seguro que lo disfrutaréis mucho ^_^
Al salir ya era media tarde así que decidimos ir a ver la iluminación navideña de la zona de Ginza, concretamente Marunouchi, Tokyo Illumilia y las calles de alrededor de la estación de Tokyo. Como ya comenté, las luces de esta zona no me llamaron especialmente la atención, no es que no sean bonitas sino que es algo más similar a lo que podemos estar acostumbrados a ver en nuestra propia ciudad.
Sin embargo, el lujo de la zona si que es digno de una visita y las luces siempre le dan un toque extra de elegancia. Aunque no somos de grandes lujos y a las tiendas de la zona no te puedes ni acercar, si disfrutamos con una concentración de super-deportivos que justamente coincidió con nuestra visita, ¡una pasada de coches!

Dimos por concluido el día y nos fuimos a dormir pensando en como sería vivir el Fin de Año en Japón.