La idea de ir a Berlín comenzó, como tantas otras, buscando en Ryanair vuelos baratos ya que necesitaba unos días de desconexión. Berlín era una de las ciudades más baratas y además todo el que la había visitado me hablaba muy bien de ella, así que no lo dudé y me lancé a comprar los billetes.

[30/08/2018]
El vuelo partía a las 6:45 de la mañana, llegando a Berlín a las 9:40, lo que permitía aprovechar casi el día completo. Y la mejor manera de conocer una ciudad es con un free tour, así que eso es lo primero que hicimos.
La trágica historia contemporánea de Berlín
Ya os hemos hablado anteriormente de los free tour, pero para los que no los conozcáis os explicamos en 4 palabras en que consiste, no es que sean realmente tour gratis, sino que al acabar el recorrido tu decides cuanto pagar al guía en función de lo que te haya gustado, realmente valen mucho la pena ya que los guías se lo curran y son tours muy interesantes. Siempre que podemos solemos elegir este tipo de visitas con Sandeman’s ya que, por nuestra experiencia en varias ciudades, son muy buenos y sus visitas muy didácticas y entretenidas, dejándote con ganas de conocer mucho más del lugar y con muchos consejos sobre lugares que visitar.
El tour empezaba a las 12:00 y con él visitamos los lugares más emblemáticos de la Alemania del Este, acompañados de una explicación sobre la historia de Alemania y, más concretamente, sobre la ciudad de Berlín. Principalmente la explicación se centró en la subida al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y sus desastrosas consecuencias, la Segunda Guerra Mundial y el posterior muro de Berlín, que empezó con una simple alambrada para evitar que la gente pasará sin ningún tipo de control de Alemania oriental a la occidental y acabó siendo el muro que hoy día todos conocemos. En los días siguientes aprenderíamos mucho más sobre el muro, pero de eso ya os hablaremos en un post posterior.

Visitamos lugares tan pintorescos como el aparcamiento que hay situado sobre el búnker donde se suicidó Hitler y otros mucho más llamativos como el Memorial al Holocausto.
Terminamos el recorrido habiendo aprendido mucho y con ganas de visitar y saber mucho más, así que desde ahí, y tras hacer el check in en nuestro hotel, nos dirigimos al museo Topografía el Terror.
La entrada a Topografía del Terror (Niederkirchnerstraße, 8) es totalmente gratuita y está situado al lado de un trozo del muro y del antiguo edificio del Ministerio del Aire del partido nacional socialista, el cual no fue destruido para poder acceder a toda la documentación archivada en él. Además dispone de audioguías en varios idiomas, también gratuitas. La audioguía dura más o menos una hora, pero si además te entretienes un poco mirando las fotos y leyendo parte de los paneles, el tiempo se puede multiplicar, nosotros estuvimos dos horas y no lo leímos todo ¡Hay muchísimo material!

Después de un intenso día de historia contemporánea y con la cabeza llena de información, tocaba alimentar el estómago, así que nos dirigimos a la estación de Schlesisches Tor donde en los antiguos baños públicos han montado una hamburguesería (Burgermeister). La verdad es que fuimos principalmente por lo curioso del lugar, pero no nos defraudó, las hamburguesas están buenísimas, realmente vale la pena acercarse. Nosotros fuimos un día lluvioso y no había mucha gente, pero por lo visto se suelen hacer largas colas, aún así solo hay 4 mesas en el exterior y nos costó conseguir sitio, pero si hace buen día cualquier sitio es bueno para sentarse jeje.

Una vez deleitados con la deliciosa hamburguesa de Burgermeister, volvimos al hotel a procesar la información recibida y prepararnos para la dura visita al campo de concentración de Sachsenhausen al día siguiente.