Escapada de cuatro días al País Vasco (enero 2014)

Me quedaban unos días de vacaciones y decidimos hacer una escapadita barata por España, elegimos el País Vasco por los buenos comentarios escuchados.

A través del aeropuerto de Bilbao, visitamos dicha ciudad, San Sebastián y Vitoria, realizando los enlaces entre ellas mediante transporte público, el cual debo decir que funciona bastante bien.
Sin embargo, aún a riesgo de perder a mis pocos lectores diré que para mi no son las ciudades de España más guapas que he visto, no digo que sean feas, pero prefiero visitar otras.
[15/01/2014]

Llegada a Bilbao

Al mediodía partimos de Palma hacia Bilbao, desde allí un bus de línea nos dejó en unos 15 minutos en plena ciudad. Gracias a la magia del GPS fuimos directos hacia el hotel sin perdernos, ¡Alabado sea el GPS! :p.

En el camino desde la parada del autobús hasta el hotel prácticamente vimos toda la ciudad, igualmente descargamos maletas y volvimos a salir a explorar el lugar.

El hotel Sirimiri se encuentra muy bien situado, a pocos minutos del casco antiguo, por sólo 52 € tuvimos una habitación doble amplia, con baño, televisión de pantalla plana, armario e incluso una neverita, además el personal es muy atento, por lo que el hotel es altamente recomendable, como única pega decir que la calefacción estaba muy fuerte.

Nuestra habitación en el hotel Sirimir

Nuestra primera visita fue al puente de San Antón, el cual estaba a escasos 5 minutos, justo al lado se encuentra el famoso mercado de la Ribera, y desde allí nos dirigimos hacía el casco antiguo, visitando sus calles, plazas y, por supuesto, la Catedral.

Puente de San Antón

Tras callejear un rato tomamos rumbo hacia los jardines de Albia (si es que pueden llamarse así ¬_¬), y a la calle Ledesma, la cual está llena de bares de pinchos, así que decidimos cenar por allí.

Tras una pequeña degustación, ya que todo es pequeño y caro, nos dirigimos a través de la Gran Vía hacía el museo Guggenheim, desde donde, tras las fotos de rigor, volvimos al hotel a descansar.

[16/01/2014]

San Sebastián

Nos levantamos bien pronto para coger el “euskotren” hacía San Sebastián, trayecto que dura 2 horas y media, teóricamente es un bonito recorrido ya que las vías bordean toda la costa, en la práctica no vimos nada que nos llamara especialmente la atención.

Llegamos prontito a la ciudad y nos dirigimos al hotel a dejar las maletas, para volver a salir a recorrer y conocer San Sebastián.

Para empezar nos dirigimos a subir el Monte Igueldo, donde desde arriba se ven unas fantásticas vistas de toda la ciudad, o eso dicen, ya que lo encontramos en obras y sólo pudimos llegar hasta la mitad. Al pie del monte se encuentra el famoso “Peine de los vientos” de Chillida, pero también estaba rodeado de andamios de obra.

Vista desde el Monte Igueldo

Tanto a la ida como a la vuelta del monte paseamos bordeando la amplia playa de la Concha, con sus olas batiendo contra las rocas, debo reconocer que la playa sí me pareció muy bonita, además me sorprendió muchísimo ver a gente bañarse, ¡Pero que frío!.

Playa de la Concha

Ya desde aquí nos dirigimos hacía el centro de la ciudad, visitando la catedral, los cubos de Moneo (para mi gusto un edificio muy feo), el puente de Kursaal, y el Ayuntamiento, adentrándonos desde este último al casco antiguo, donde, además de callejear, pudimos ver la basílica de Santa María y la Iglesia de San Vicente.

Nuestro hotel se encontraba en esta zona, con lo que pudimos subir a ducharnos y descansar antes de volver a bajar a que nos robaran, ¡Ups! quería decir a cenar de pinchos, lo típico de la zona.

En cuanto al hotel, Pensión Edorta, decir que es totalmente recomendable, 50 € la habitación doble con baño, muy amplia, con una pared de piedras y otra de ladrillo, armario, televisión de pantalla plana, e incluso un pequeño balcón, vamos, que casi nos quedamos a vivir allí jeje.

Nuestra habitación en la Pensión Edorta


[17/01/2014]

Vitoria

Como ya habíamos visto las ciudades previstas inicialmente decidimos improvisar y dirigirnos en bus a Vitoria, tardamos poco más de una hora en llegar con la compañía Alsa.

Como en cualquier otra ciudad, sabíamos que lo imprescindible era visitar la Catedral, la cual también encontramos en obras, para variar un poco. Desde aquí callejeamos por el barrio antiguo, por las antiguas calles de los oficios (donde al ser muy pronto aún todas las tiendas se encontraban cerradas), hasta desembocar en la plaza España, en la que encontramos una oficina de turismo donde nos dieron un folleto muy interesante sobre rutas que hacer.

Barrio antiguo de Vitoria

En primer lugar realizamos la llamada “ruta romántica”, en la que se visitan diferentes edificios históricos, incluida la estación de tren. Y, tras acabar ésta, nos dirigimos por un largo boulevard rodeado de casas de lujo, entre ellas Ajuria Enea (la residencia del Lehendakari), hacía la Basílica de San Prudencio de Armentia, una joya del románico. La verdad es que la caminata de una media hora valió la pena para descubrir esa gran obra arquitectónica, con su pequeña pero preciosa capilla.

Basílica de San Prudencio de Armentia

Volvimos hacia el centro para comer, dar una última vuelta por el casco antiguo (donde las tiendas volvían a estar cerradas por siesta, si es que ya nos vendría bien el horario europeo, pero… Spain is diferent), y volver a la estación de autobuses rumbo a Bilbao, otra horita y poco.

[18/01/2014]

Último recorrido por Bilbao y vuelta a Palma

Tras realizar el chek-out dimos una última vuelta por el casco antiguo, también con todas las tiendas cerradas (aunque ya eran bien pasadas las 9:00 h), y por la ría que bordea el Guggenheim, donde pudimos admirar la gran afición que hay por las traineras (barcas de remo).

El Guggenheim de Bilbao

Comida y vuelta con autobús hacia el aeropuerto.