Islandia X – De vuelta a Reykiavik

Habíamos acabado nuestra vuelta a la isla con un relajante baño en aguas termales y nos tocaba volver a la ciudad de origen.

Parque Mosfellsbær
Encantador parque en Mosfellsbær, muy cerca de Álafoss

[21/10/2019]

Cascada Álafoss

En Mosfellsbær se encuentra una pequeña cascada que decidimos visitar aprovechando que la teníamos muy cerca.

La cascada Álafoss es una pequeña cascada utilizada para mover la maquinaria de la fábrica de lana que se encuentra justo al lado, la cual bien merece una visita para ver sus productos artesanales y, para los más pudientes, llevarse un buen recuerdo a casa.

Álafoss se encuentra en plena ciudad así que no es una cascada muy espectacular, pero lo bueno es que tiene un banquito donde poder sentarse a observarla y relajase con un café calentito.

Álafoss
Disfrutando en el banquito de las vistas de Álafoss

Pero no todo es lo que parece, aunque en la foto anterior el lugar parece un remanso de paz en medio de la ciudad, justo detrás se encuentra la fábrica. Aunque todos lo sabemos, no conviene olvidar que no nos podemos fiar de todo lo que nos muestran, a veces simplemente es una foto tomada desde un buen ángulo.

Fábrica de lana Álafoss
Fábrica de lana pegada a la cascada Álafoss. A veces las fotos engañan, todo depende del ángulo con que se mire

Justo al lado hay un parque, éste sí muy bonito donde aprovechamos para pasear y adentrarnos un poco en el bosque adjunto. Esta zona fue una de esos lugares inesperados que aunque no destacan por nada ni sale en las guías, disfrutas y recuerdas como un lugar especial.

Bosque Mosfellsbær
Paseamos por el bosque cercano a Álafoss, junto al parque

Paseamos hasta bien entrada la mañana y decidimos dirigirnos a Reykiavik para comer.

Paseo marítimo de Reykiavik

El primer día no habíamos tenido tiempo para recorrer el paseo marítimo de Reykiavik, así que, ante los cambios de planes que nos acontecieron, decidimos aprovechar esa tarde para pasear y conocer mejor la zona.

Lo más destacable del paseo marítimo de Reykiavik, junto obviamente al Harpa Concert Hall, es la escultura “Viajero del Sol”, una especia de barca vikinga de hierro. A mi personalmente no me gusta demasiado, pero la voluntad del artista es bonita, evocar un lugar por descubrir, un sueño de esperanza, progreso y libertad.

Viajero del Sol Reikiavik
Viajero del Sol, la famosa escultura de Reikiavik

Esa noche queríamos dormir cómodos en un camping y ya habíamos fichado uno que nos parecía interesante, Mosskogar Camping. Se trata de un camping de verano, pero aún estaba abierto y nos pareció que tenía un encanto especial. Es acogedor, e incluso te ofrecen té gratis para entrar en calor.

El problema fue que es un camping de verano, para cocinar y cenar estaba tapado como los otros que habíamos visitados, con plásticos de invernadero y similar. ¡Pero las duchas eran al aire libre! Es decir, tenían las cuatro paredes pero no techo, hacía un frío que pelaba, así que aunque Carlos se duchó por la noche combatiendo el frío, yo decidí esperar al día siguiente a que al menos salieran algunos rayos de sol.

[22/10/2019]

Playa geotermal en Reykiavik

Craso error el no ducharme por la noche, al día siguiente las tuberías se habían congelado y el agua no salía. Lo comentamos a la dueña, que se encontraba en recepción y nos devolvió parte del dinero pagado, por las molestias de no poder ducharnos. Según nos comentó, el problema es que siempre hay que dejar abierto el grifo para que vayan goteando continuamente y no se congelen, y por lo visto alguno de los otros huéspedes las dejó totalmente cerradas.

Lo que tenía claro es que necesitaba una ducha, mirando por internet descubrimos una playa geotermal en Reykiavik, esto tenía muy buena pinta, así que fuimos a investigar.

No se trata de algo similar al Hot Water Beach de Nueva Zelanda, como yo esperaba, sin embargo en ese momento fue algo mucho más útil e igualmente relajante.

Nautholsvik Geothermal Beach Reikiavik
Disfrutando del agua calentita en la piscina de Nautholsvik Geothermal Beach, mientras afuera hacía un frío que pelaba

Podríamos definir Nautholsvik Geothermal Beach como una especia de Balneario, tiene un pequeño acceso al mar, bar y duchas, además de una piscina de agua calentita, obviamente previo pequeño pago. Por lo que tengo entendido tanto la piscina como obviamente la pequeña calita son gratuitas, el pago es por el uso de las duchas, en nuestra situación ni nos lo planteamos porque realmente necesitaba la ducha.

En verano el agua de la playa, una pequeña calita, está relativamente cálida para los estándares de Islandia y los visitantes, principalmente locales, disfrutan de bañarse y tomar el sol. Además se puede puede combinar con el agua caliente de la piscina y así mejorar la circulación, como se hace en los spa.

Pero cuando nosotros la visitamos el agua del mar estaba realmente helada, yo me quedé en la piscina calentita, Carlos sí se atrevió a meterse en el mar pero salió que ni se sentía las piernas del frío.

Nautholsvik Geothermal Beach Reikiavik
Carlos, como un valiente, se metió en las gélidas aguas del mar, aunque luego tuvo que volver corriendo a las cálidas aguas de la piscina

Aunque solo sea para estar en la piscina caliente vale la pena, estar bajo el agua disfrutando del mar y el horizonte, a mi me gustó muchísimo el sitio y realmente lo recomiendo.

En cuanto a las duchas muy limpias y en buen estado de conservación, para dejar la ropa y los objetos personales hay una especie de cestas, igualmente en el bar/recepción dejamos la cartera y lo más valioso por si acaso.

Lopapeysa económica

La verdad es que echábamos un poco de menos la civilización y el comercio, así que la última tarde la dedicamos a ir de tiendas y comprar los recuerdos del viaje.

sopa Islandia
Como no podía ser de otra manera, probamos la típica sopa islandesa

Concretamente en el Kringlan Mall encontramos una tienda de segunda mano donde pude adquirir un Lopapeysa, jersey típico islandés, a muy buen precio. Llevaba todo el viaje queriendo comprar uno, pero mi bolsillo no llegaba, ya que son de lana y muy caros, aquí por fin logré conseguir uno.

Al día siguiente nuestro vuelo salía a las 09:00 de la mañana así que ya dormimos en el aparcamiento del rent a car, donde pasamos la primera noche, para devolver la furgoneta a primera hora e iniciar el camino de vuelta.