Para moverse por la ciudad hay una tarjeta llamada Oyster Card, que tiene diversas formas de recarga, se puede por ejemplo comprar un bono de viajes ilimitados para 2 zonas durante 7 días; pero lo recomendado es cargarla con el modo pays as you go, de este modo sólo pagas por los viajes que realmente realices, poseyendo un límite diario (es decir, si llegas a ese tope, no pagas los viajes de más que hagas ese día).
El metro de Londres está formado por 6 zonas en círculos concéntricos, siendo la 6 la más alejada, con el modo “pay as you go” evitas el poder pasarte por error de las zonas que tienes compradas y tener problemas con la seguridad de allí. Lo cual nos pasó en el viaje de estudios, nos bajamos en una parada que por lo visto era de una zona superior a las del bono que habíamos comprado y los profesores tuvieron que lidiar con el personal de seguridad del metro.
Al adquirir la tarjeta se paga un depósito, que se puede recuperar cuando se devuelve. De todos modos es interesante saber que el saldo de la tarjeta se guarda, no caduca, es decir, nosotros en fin de año de 2013 aún manteníamos en la tarjeta lo que nos había sobrado de septiembre de 2012.
Otro dato a tener en cuenta es que el DLR también está incluido en la Oyster card, se trata del tren que deberéis coger si queréis visitar Greenwich, lo cual recomiendo y explicaré más adelante.
A título informativo es interesante saber que en todas, o casi todas las paradas de metro podréis ver una especie de pizarra blanca, en la que pone el estado de las líneas, es decir, si en alguna de ellas hay obras, o retraso por cualquier motivo estará allí correctamente indicado, e incluso en ocasiones ofreciendo la alternativa más adecuada.