Todo comenzó con una de estas grandes ofertas de Internet que no se pueden rechazar: 400 € ida y vuelta a la ciudad nipona de Tokyo. No dudé en consultarlo lo más rápidamente posible y comprar los billetes, lo cual fue un gran acierto ya que al día siguiente ya no quedaban. El vuelo partía de Madrid, pero fue fácil encontrar un vuelo desde Palma a buen precio.

Como ir de París-Orly a París-Charles de Gaulle y viceversa
Sin embargo una vez comprado vino la sorpresa: ¡Ups! el vuelo hacía escala en París, pero llegando a París-Orly y saliendo de París-Charles de Gaulle, pequeño problema; y surgieron las dudas ¿Nos bastará el tiempo para hacer el traslado de un aeropuerto a otro?
Tras consultar por diversos foros y ver las opiniones de diversos viajeros que habían pasado por una situación similar me tranquilicé y busqué la manera más rápida y cómoda para realizar dicha conexión. Después de mucho consultar y de conversar con viajeros en nuestra misma circunstancia, decidimos contratar un transfer con Transfer Shuttle Service; la verdad es que el servicio fue excelente y a muy bien precio, mejor de lo que nos hubiera salido un taxi.
A partir de aquí comenzó la labor de preparación: leer mucho, consultar blogs, mirar mapas, buscar hoteles, etc. En definitiva, comenzaba la magia de un viaje ^_^.
Y llegó el día D (08/10/2013). Como el PMI-MAD no estaba conexionado nos fuimos por la mañana, dimos una vueltecita por la capital y nos volvimos al aeropuerto a sufrir las largas horas de vuelo: una hora y media hasta París, el comentado traslado entre aeropuertos (el cual llevamos a cabo sin contratiempos), y unas 10 horas de vuelo hacia Narita, que aproveché para dormir, ya que partimos de París a las 23:25, aunque claro está, nada que ver con descansar en un bonito colchón :p.
[09/10/2013]
Empieza la aventura en Japón, nuestro viaje soñado
Llegamos por fin a Narita sobre la hora prevista, las seis de la tarde del día 9 de octubre de 2013, con todo el equipaje y lo suficientemente enteros como para continuar jeje. Tramitamos la JR pass y subimos al Narita Express hacia nuestro primer destino. Me gustaría recordar en este punto que, si bien el Narita express es gratuito con la JR, sí se debe reservar asiento. La reserva os la puede hacer la misma persona que os dará la tarjeta, son realmente amables y os lo tramitarán siempre todo con una sonrisa.
Para aquellos que no estén familiarizados con ello, la JRpass se trata de una tarjeta de la empresa JR, una de las diversas compañías de transporte, con la que te puedes desplazar por todos los trenes (excepto Nozomi y Mizuho) de la compañía durante el tiempo por el cual adquieras la misma, nosotros la cogimos de 15 días. Es cierto que la tarjeta es un poco cara, pero si simplemente tenéis pensado ir a Kyoto ya os compensa con el tren bala de ida y vuelta; además de ello, llegas a coger tantos trenes que el gasto se compensa con creces.
El precio de la JRPass fluctúa según el cambio euro-yen y según la web dónde se compre. Nosotros compramos nuestras JRPass aquí ya que en ese momento fue donde encontramos el mejor precio. Como curiosidad, las compramos en la versión italiana de la página, ya que a veces el precio es distinto según el idioma de la página y aprovechamos que seleccionando la página italiana el precio era menor (y no tiene gastos de envío).
El primer hotel en el que nos alojamos fue el Oak Hotel, a unos 10 min. caminando desde la estación de Ueno, muy fácil de encontrar siguiendo las indicaciones de su web, y con un gran precio, 54€/noche la habitación doble con baño. Su personal es muy amable y habla perfectamente inglés, las habitaciones acogedoras, tiene servicio de wifi y ordenadores al lado de recepción para el uso de los clientes. Como en todos los hoteles en los que estuvimos, en la habitación disponíamos de un Yukata junto a unas zapatillas para estar por la habitación, y un calentador de agua con sus correspondientes sobres de té.

Tras dejar las maletas en la habitación decidimos salir a dar una vuelta por la zona, se trata de un barrio residencial con muchas casitas y con un gran encanto, aunque no por ello dejamos de encontrar las típicas máquinas de refresco (¡Hay absolutamente por todo! :p), además de supermercados y algunos restaurantes.
Una cenita rápida y a dormir para recuperar fuerzas, ya que nos esperaban días intensos descubriendo Tokyo.