El día anterior había disfrutado en la tienda de navidad, pero también me tenía muy ilusionada el hecho de ver ballenas, sobre todo después de que en Nueva Zelanda se cancelara la excursión por el mal tiempo.

[19/10/2020]
Ballenas en Húsavík
Reservamos la excursión a primera hora, sobre las 9:30, así que nos levantamos, desayunamos y nos dirigimos al puerto.
Las vistas del pequeño puerto ya valen un paseo por la zona. Una vez en el barco vimos alejarse la costa, disfrutando de las vistas antes de llegar al verdadero objetivo de la excursión.

Pero antes de llegar a las ballenas recordaros que vayáis bien abrigaros, si bien es cierto que os dan un mono impermeable, aún así en alta mar hace bastante frío y el viento es helado, así que toda ayuda es poca.
Ya en alta mar la tripulación nos iba indicando los lugares donde aparecían las ballenas. No os preocupéis porque no las molestamos para nada, las veíamos desde la distancia, en alguna ocasión incluso tenías que ponerle bastante imaginación para deducir la ballena.

Afortunadamente vimos muchas y pudimos disfrutar del espectáculo de las ballenas en plena naturaleza. Nosotros contratamos con Gentle Giants y quedamos muy contentos, aunque está claro que hay muchas más empresas.
En el camino de vuelta nos dieron un bollito con un chocolate caliente que se agradeció mucho.
Imposibles carreteras en la Península de Vatnsnes
Nuestro siguiente destino era la Península de Vatnsnes, por el camino nos detuvimos en una visita rápida a las cascadas Godafoss, nada especial siendo Islandia que hay cascadas por todo, pero pasando cerca vale la pena una pequeña parada.

Lamentablemente no pudimos recorrer la Península de Vatnsnes ya que la carretera estaba en muy mal estado, los propios vecinos habían colgado carteles animando a la gente a quejarse para apoyarlos a presionar al gobierno para la restauración de las mismas.

Aún así nos adentramos unos pocos kilómetros con la intención de ver focas, per no tuvimos suerte, tal vez por la hora, tal vez por la zona, tal vez por la época, pero la verdad es que no vimos ni una. Y al día siguiente no tuvimos más suerte en la Península de Snaefellsnes.

Pasamos la noche en Guesthouse/Campsite Langafit, se trata de un camping de verano y se encontraba cerrado, pero pudimos pernoctar en su terreno sin problemas.