Una vez explicados los preparativos para nuestro tercer viaje a Japón y el listado de alumbrado navideño en Tokyo, empezaremos con el viaje propiamente dicho, el cual comenzó con un pequeño incidente que gracias a la eficiencia japonesa se arregló fácil y rápidamente.

[27 y 28/12/2016]
¡Se perdieron las maletas!
Nuestro vuelo (Air Europa) salía de Palma a Barcelona (donde para nuestra sorpresa coincidimos con Rafael Nadal) y de allí a París (Air France) el 27 de diciembre, donde tras una corta escala tomaríamos el vuelo que nos llevaría directamente al aeropuerto de Haneda, donde llegamos el día 28 sobre las 19:30.

Pero cual fue nuestra sorpresa cuando un trabajador de habla hispana (lo cual agradecí mucho) me viene a buscar por mi nombre y me informa que las maletas no han llegado ¿¡Cómo!? Muy amablemente nos hace de intérprete con el personal japonés de la compañía, que toma todos nuestros datos, y nos informan que al día siguiente por la tarde nos las traerían a nuestro alojamiento. ¡Menos mal! Al menos las maletas estaban localizadas y no tendríamos que esperarlas mucho. El problema fue que, al no estar en un hotel sino en un apartamento de Airbnb, no había una recepción donde dejar las maletas, así que nos tendríamos que quedar en casa toda la tarde, ya que nos dijeron que traerían las maletas entre las 14:00 y las 20:00 :-/
Ya os contamos que tomamos el servicio de Limousine Bus hasta el Hilton Hotel, desde donde nuestro anfitrión nos había dejado unas indicaciones muy claras de como llegar al apartamento, ubicado cerca de la zona de Shinjuku.

El apartamento era muy chiquito pero muy acogedor, básicamente está formado por dos estancias, un salón/comedor/dormitorio, con una cama algo pequeña para dos personas, pero cómoda y la cocina, que es un pasillo y en éste hay dos puertas que dan a la ducha y al wc, eso sí, al estilo japonés, ¡me encantan los chorritos! Jijiji En cuanto pueda me compro uno para mi casa.

Así que llegamos, cenamos algo del combini que teníamos justo al lado, que aunque no sea la comida más sana ya echábamos de menos sus onigiris y su fritanga jeje, y a dormir después del largo viaje.
[29/12/2016]
Godzilla nos observa desde las alturas
En todos los viajes suelo llevar una muda de repuesto en la maleta de mano por lo que pueda pasar, pero en éste pensé “si no hace falta”, así que Murphy hizo su trabajo y no tenía más que la ropa que había llevado durante el vuelo. Así que decidimos salir a comprar algo de ropa, por un lado por si pasaba algo y al final no llegaban las maletas y, por otro, porque en teoría la compañía nos tenía que indemnizar por el retraso de la maleta y pagar lo que hubiéramos tenido que comprar.
Al volver a España descubrimos que, sin necesidad de presentar ningún tipo de recibo, Air France ya nos pagaban un mínimo (50€ por maleta) en concepto de indemnización, si hubiésemos pasado esa cantidad (que no fue así) sí que hubiéramos tenido que presentar los recibos y se hubieran estudiado el caso.
Así que nos despertamos muy pronto por el jet lag, al menos me dejó dormir, no como en Nueva Zelanda ¬_¬ , compramos algo para desayunar y fuimos a dar una vuelta por Shinjuku y Shibuya.
Haciendo tiempo para que abrieran los comercios nos fuimos a buscar al Godzilla tamaño real que está escondido tras un hotel en la zona de Kabukicho (está es la dirección exacta: 1-19-1 Kabukicho, Shinjuku-ku, Tokio). Mola bastante ver el cabezón de Godzilla entre los edificios, como si te fuera a atacar jeje.

En Shinjuku la verdad es que acabamos cargando en un Don Quijote, ya que habíamos visto que allí podríamos encontrar las galletas Tim Tam, que nos encantan, y unas ansiadas sábanas refrescantes que habíamos conocido gracias a Nekojitablog. Son unas sábanas para el verano que hacen que duermas más fresquito, el problema es que al ir nosotros en invierno nos dijeron que sería difícil encontrarlas y que uno de los sitios donde tal vez habría sería en los Don Quijote. Bueno, encontramos dos paquetes de cama individual en un rincón con saldos de productos del verano, así que las compramos, cuando llegue el calor de verdad ya os contaremos si funcionan 😉 Aunque por lo que hemos leído hay dos tipos de sábanas, y creemos que las nuestras son las que no son tan efectivas, pero por poco que hagan ya ayudarán jeje.
Fuimos andando hacia Shibuya, dando un agradable paseo, la ciudad es muy bonita y agradable pero aún así, como en todas las ciudades, tiene sus claroscuros.

En Shibuya visitamos la tienda de Tutu Ana y el famoso Shibuya 109, y volvimos corriendo al apartamento, ya que, como hemos comentado, teníamos que estar a partir de las 14:00 allí por si venían a traernos las maletas.

Llegamos al apartamento, comimos, nos echamos una siesta o más bien la siesta se echó sobre nosotros, porque el jet lag no nos dejaba tener los ojos abiertos XD Y tuvimos suerte, ya que sobre las 16:30 nos trajeron las maletas. Nos duchamos y despejamos un poco, y decidimos salir a cenar y dar una vuelta por Shinjuku.

En nuestro primer viaje habíamos quedado encantados de unos pinchos de vieira con salmón, así que fuimos a ver la decoración navideña de Shinjuku Terrace, con su jardincito rosa, y a cenar en el restaurante Uokushi. Una pena que sólo quedarán 4 pinchitos, se ve que no somos los únicos enamorados de este manjar jeje.


Volvimos a nuestro apartamento a descansar, al día siguiente nos tocaría descubrir Ikebukuro y aprender a hacer el Kamehameha de Son Goku ^_^