Tras una jornada espiritual en los templos de Kyoto, tocaba excursión a la fantástica isla de Miyajima, una visita imprescindible. Aunque este día fue un tanto diferente a lo que en un principio habíamos programado, puesto que nuestra idea era hacer una pequeña visita a Hiroshima antes de llegar a Miyajima, pero un conjunto de circunstancias, climatológicas y personales, que os iremos contando, hicieron que nuestro día fuera un tanto peculiar, pero no por ello malo ;).

De Kyoto a Hiroshima
Kyoto y Hiroshima están unidas por la linea JR Tokaido/Sanyo, al coger tren Hikari debíamos hacer transbordo en Shin-Osaka, desde donde tardaríamos unas 2 horas en llegar. También es posible coger los trenes Nozomi, que tardan 95 minutos, pero no entran con la JRpass. Así que nos levantamos bastante pronto y nos dirigimos a la estación.
La cola de un tifón nos trastoca la planificación del día
Una vez llegamos pedimos los correspondientes billetes, ya que al tratarse de trenes rápidos entran gratis con la JR pero es mejor reservar asiento, y llega el primer contratiempo, el chico de la taquilla nos advierte que hay retrasos por un tifón, nos extraña un poco pero nos da los billetes igual, así que no tenemos muy claro que pasa pero subimos al andén. Ya allí vemos otros guiris como nosotros que también están esperando, un chico inglés viene a decirles que el tren lleva mucho retraso, al cabo de un rato vuelve y les dice que mejor cojan el siguiente tren, que llega por la otra vía. Dudamos sobre qué hacer, pero decidimos seguir a los ingleses y ya veremos donde acabamos.

El tren partió, obviamente tuvimos que entrar apretujados en los vagones sin reserva (ya que la reserva la teníamos para el tren que no había llegado por el retraso), nos bajamos en Shin-Osaka, y.. ¡Ups! No sabemos donde está el tren con el que tenemos que enlazar, empezamos a mirar pantallas, muchas cosas en japonés y no entendemos nada, al final vemos un tren que parece que se dirige hasta allí, una chica nos lo confirma, esperamos más de media hora a que ese tren parta y…¡Ups! Se trata de un tren hiper-mega-lento que tarda ¡4 horas en llegar a Hiroshima! Puto tifón, después de madrugar, va y nos estropea el día.
Visita a Miyajima
Viendo que ya eran las 12 del mediodía, decidimos partir directamente hacía Miyajima, cambiando nuestro plan de visitar primero Hiroshima. Para ello desde la estación JR Hiroshima se coge la linea JR Sanyo hasta la estación Miyajimaguchi, unos 25 minutos, desde aquí se debe tomar un ferry que está a unos pocos pasos y que lleva directamente a la isla. Hay dos compañías de ferry, una de ellas de JR que también entra con la JRpass, la verdad es que está todo perfectamente indicado.

Con todo el lío llegamos a Miyajima bien pasado el mediodía. Nos fuimos directos hacía el gran Tori, para pillarlo con marea baja,y así podernos hacer las correspondientes fotos a sus pies.

Después tocó el típico paseito por la isla, saludar a los ciervos mientras intentan quitarte la comida, entrar en los múltiples souvenirs que están pegados a la costa, y disfrutar de la tranquilidad del lugar.


Ya por la tarde, cuando la marea ya había subido, volvimos a visitar el famoso Tori para sorprendernos con la rapidez del cambio de las aguas, donde antes habíamos estado paseando, ahora solo quedaba el mar.

Sobrecogidos en Hiroshima
Bien entrada la tarde cogimos el tren de vuelta hacia Hiroshima, en la estación decidimos que aunque tarde -eran más de las 17:00 y aún nos quedaban 2 horas de trayecto de vuelta- no podíamos dejar de visitar el parque de la paz construido en memoria de las víctimas de la bomba atómica, una pena no haber podido visitar el museo durante el día. Así que nos informamos, cogimos un bus, y hacía allí nos dirigimos, no sin antes perdernos y tener que pedir indicaciones en un par de ocasiones. Creo que sobran las palabras para indicar la sensación que produce ver ese edificio en ruinas, ese recuerdo de vidas truncadas, por culpa de la estupidez humana.


Con ese sentimiento en el cuerpo iniciamos el camino de regreso, esta vez sí cogiendo el tren que tocaba, sin percances y tardando las horas previstas. Al llegar al hotel, cena y descanso tras el duro día, ya que a la mañana siguiente tocaba de nuevo excursión… si ya habíamos visto ciervos en Miyajima, muchos más nos esperaban en Nara.
PD: hago un inciso para explicar que unos 3 o 4 días más tarde nos enteramos de que iba lo del tifón. Resulta que un tifón había arrasado la costa de Tokyo, destrozando casas y dejando muertos a su paso; y nosotros tan tranquilos por Kyoto quejándonos por el retraso, si es que no se nos puede sacar de casa :-p.